Cómo hacer una reclamación al seguro?

Descubre cómo se hace una reclamación al seguro.

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Cómo hacer una reclamación al seguro?

Uno de los problemas que te encuentras es la calma con la que las aseguradoras tramitan los siniestros.

Esta claro que gestionar un siniestro lleva su tiempo, porque se tiene que abrir el parte del mismo, verificar la póliza, enviar a un perito etc. Tampoco no hay que olvidar que algunas aseguradoras tienen la administración del papeleo descentralizada, lo que también alarga el proceso.

Como resultado de esto tienes que pasado un tiempo considerable no tengas respuesta de tu compañía aseguradora.

Para evitar dicho disgusto a continuación, te explicamos los tres pasos básicos para hacer una reclamación al seguro y evitar la eterna espera.

1. Aviso inicial a la aseguradora

Si te has visto implicado en un siniestro tienes avisar a tu aseguradora.

Lo normal, es informar al agente (la persona que te haya vendido la póliza), o bien comunicarlo vía telefónica, fax o email a tu compañía aseguradora.

Es significativo que no se te pase pedir el número de expediente. Porque esta referencia será muy útil para futuros tramites y te permitirá cualquier actuación posterior.

2. Reclamación informal a la aseguradora

Si tu aseguradora no te contesta en un plazo razonable (aproximadamente 1 o 2 semanas), es muy recomendable intentar ponerte en contacto con ella y dejar constancia de tu solicitud.

Es de vital importancia que dejes constancia por escrito de este paso.

Aunque no se trata de una reclamación formal al seguro, sí es bueno que esta segunda comunicación quede por escrito, la forma más normal es el correo electrónico.

Nosotros consideramos que este medio es el más apropiado en esta fase. No tiene coste para ti y te permite dejar constancia de tu solicitud y reclamación. Esto es muy atractivo, si no alcanzas un acuerdo con tu aseguradora y te veas obligado a utilizar un procedimiento judicial.

3. Reclamación formal al seguro

Si acabadas las fases previas continuas sin tener una respuesta favorable a tus pretensiones, ya sea porque no te han contestado o lo han hecho de forma negativa, entonces es el momento de plantearte realizar una reclamación por escrito a tu aseguradora.

Para esta reclamación tenemos varias opciones.

3.1. Queja por escrito a la compañía aseguradora ante el Departamento del Defensor del Asegurado.

El Defensor del Asegurado es un organismo independiente, que puede ser designado por una o varias compañías aseguradoras. Su objetivo es resolver los conflictos y reclamaciones que puedan presentar los tomadores, asegurados, los beneficiarios y los terceros perjudicados contra dichas entidades.

Puedes ir a este organismo si crees que la respuesta de la aseguradora no es correcta o cuando ni siquiera recibes una respuesta por parte de la misma.

Debes realizar esta reclamación por escrito y remitirla por correo certificado o cualquier otra forma que te permita obtener un acuse de recibo.

La dirección del Defensor del Asegurado deberá de ser facilitada por la compañía aseguradora, estando publicada en numerosas webs.

El plazo máximo con el que cuenta para responder es el de 2 meses. Si pasado este tiempo no se obtiene una respuesta satisfactoria o bien se deniega tu solicitud, se te abre la vía al siguiente paso

3.2. Reclamación ante el Servicio de Reclamaciones de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

Este servicio atiende las consultas, quejas y reclamaciones que presenten los habitantes a través del procedimiento recogido en la Orden ECC/2502/2012, de 16 de noviembre.

En este caso tienes que presentar una reclamación formal por escrito, ya sea a través de burofax escrito o bien de forma telemática.

Para acceder a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones donde te explica el procedimiento a seguir pincha aquí.

Tienes que tener en cuenta que estas dos opciones no son obligatorias, sino que simplemente son una posibilidad que la ley pone a tu disposición.

Si estas dos opciones no te dan un resultado satisfactorio también existe una tercera:

3.3. Reclamación formal al seguro por medio de burofax o forma telemática con acuse de recibo.

Consiste en enviar directamente a la aseguradora una reclamación previa formal con acuse de recibo. Acuérdate que la recepción es esencial.

Esto manera de hacerlo tiene un doble objetivo que es:

Por un lado, si tu reclamación es sólida puede que la compañía aseguradora se asuste suficiente y quiera llegar a un acuerdo.

Por otro lado, si finalmente tienes que ir al juzgado, puedes utilizar esta reclamación para interrumpir la prescripción de los plazos y te servirá para justificar la existencia de reclamaciones previas con el seguro.

A la hora de realizar una reclamación al seguro, no existe una estructura obligatoria que tienes que usar (excepto en el caso de lesiones de tráfico donde hay ciertos matices). Lo que si debes indicar es lo siguiente:

-       Datos personales del que reclama (nombre, apellidos, DNI) y su condición respecto de la compañía (asegurado, tomador, perjudicado,)

-       Datos de la aseguradora, del número de póliza o de su asegurado (si dispones del mismo) y del número de siniestro.

-       Fundamentación de lo que reclamas. Esto es el cuerpo de la reclamación. Aquí vas a detallar porque diriges tu reclamación a la compañía de seguros. Harás tu petición y le darás un pequeño plazo a tu seguro para que atienda tu solicitud con la advertencia de que, de no hacerlo, iniciarás acciones judiciales.

-       Firma, fecha y lugar.

Como ves, los pasos 1 y 2 siempre es conveniente realizarlos porque son de sentido común.

Después, en lo que se refiere a cómo hacer una reclamación a la aseguradora de modo formal, tienes varias opciones. Por lo que tendrás que elegir la que más te conviene.

Nuestro consejo es que siempre intentes llegar a un acuerdo con la compañía aseguradora. Pero si ves que en un plazo razonable no te dan una respuesta favorable, entonces no te retrases mucho en trámites que puede que no conduzcan a un resultado satisfactorio.

Cuando se da un bloqueo en las negociaciones, lo más conveniente suele ser buscar el asesoramiento de un experto para barajar las distintas posibilidades.

Si deseas despreocuparte de todo este embrollo, llámanos.


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