Si cuando acudes a casi cualquier sitio, te ofrecen hacer una tarjeta de crédito con la que “pagar en cómodos plazos” todas las compras hechas con esa tarjeta de crédito, no piques.
Sí, puede parecer una buena opción pagar todos los meses 100€ por ejemplo cuando con la tarjeta has realizado compras por valor de 1.200€ ese mes, pero esto no es del todo cierto. Este tipo de crédito es, en realidad, una tarjeta revolving.
” Cuota fija mensual”, “pago fijo aplazado” … Son algunos de los términos que, en realidad, encubren los créditos revolving, comercializados a través de tarjetas asociadas a grandes bancos o marcas comerciales.
Los problemas de las tarjetas y su modalidad “pagar en cómodos plazos”
Sí, pagar en cómodos plazos, pero con elevados intereses. Ese es uno de los grandes inconvenientes de las tarjetas revolving que los que te venden la moto olvidan mencionar.
Los intereses de este tipo de créditos se encuentran cerca del 15% TAE las más recientes y, si la tarjeta de crédito fue contratada hace varios años, te puedes encontrar que el interés se encuentre se acerque al 25% TAE.
Asimismo, las tarjetas revolving tiene comisiones más elevadas que la temperatura de Sevilla en agosto que los clientes tienen que pagar y se acumulan a la deuda mes a mes. En el ejemplo anterior, donde se pagaban 100€ pese a hacer un gasto de 1.200€, el afectado por tarjeta revolving verá cómo esos 1100€ se acumulan a su deuda el siguiente mes, lo que genera unos intereses y comisiones. El siguiente mes, pese a gastar 0€ con la revolving, ya tendrá una deuda acumulada de más de 1100€, y volverá a pagar solo 100€, sumándose nuevamente los intereses. En resumen, todo un círculo vicioso interminable.
Se pueden reclamar las tarjetas revolving
Las tarjetas de crédito revolving se pueden reclamar y en la mayoría de los casos con resultado favorable a la persona que le han endosado la tarjeta. Si este es tu caso y quieres acabar con la deuda antes del día del juicio final, contáctanos.
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