¿Qué es el delito de lesiones?

¿El delito de lesiones es grave o leve? Si tienes esta duda, permíteme decirte que

puede ser ambas cosas. Porque la conducta típica que consiste en causar un daño

físico a otra persona, puede tener consecuencias más o menos graves. Por eso, este

delito se considera leve en algunos casos y grave en otros.

Vamos a ver cuál es el tipo básico y las modalidades agravadas y atenuadas que regula

nuestro Código Penal (CP), así como los castigos que se fijan para cada una de ellas.

¿En qué consiste el delito de lesiones?

El delito de lesiones y sus castigos se encuentran en los artículos que van del 147 al

156 del Código Penal. Como puedes comprobar, es una regulación bastante amplia, lo

que te permite hacerte una idea de que aquí te vas a encontrar con situaciones muy

diferentes.

La conducta habitual básica está definida en el art.147, que determina que se comete

ese delito cuando:

- Se provoca a otra persona una lesión que afecta a su integridad corporal, a

su salud física o mental.

- Esa lesión necesita para su curación de un tratamiento médico o

quirúrgico tras la primera atención médica.

En este mismo artículo se regula el delito leve de lesiones, que hasta la reforma del

Código Penal del 2015 estaba especificado como falta. Ahora, comete este delito leve:

- El que causa una lesión no recogida en los supuestos del tipo básico.

- El que agrede físicamente a otra persona sin causar una lesión.

Tipos agravados del delito de lesiones

En los artículos 148 a 150 del CP se detallan una serie de actuaciones que causan un

daño especialmente grave a la integridad física de las personas. El reproche social

hacia estas conductas es mucho mayor y, por tanto, son tipos agravados a los que se

les impone un castigo más alto que el prevista para el tipo básico.

A continuación, te mostramos que conductas agravadas se consideran delito de

lesiones:

Causar el daño con objetos o métodos potencialmente peligrosos

Cuando se produce el daño a través de armas, métodos o instrumentos que puedan

ser peligrosos para la vida o la salud de las personas.

Por ejemplo, si el agresor utiliza un bate de beisbol para golpear a su víctima. A estos

efectos, no importa si llevaba ese objeto consigo, o si lo ha encontrado en el lugar en

el que sucede el acto delictivo.

Ensañarse con la víctima y actuar con alevosía

El ensañamiento implica aumentar de forma innecesaria y deliberada el daño que se

le causa a la víctima.

En estos casos, cuando la agresión es exagerada y desproporcionada. Por ejemplo, si

varias personas le dan una paliza a un individuo.

Aprovechar la especial vulnerabilidad de la víctima

Es cuando la víctima es menor de 14 años o una persona con discapacidad que

requiere de especial protección.

La razón de ser de este tipo agravado está muy clara, y es que el delito tiene lugar

aprovechando una situación de especial vulnerabilidad de la víctima por circunstancias

personales como su edad o su discapacidad.

Agresiones que provocan secuelas importantes que se mantienen con el

paso del tiempo

Es un delito grave de lesiones, si provoca:

- Pérdida o inutilidad de un miembro u órgano del cuerpo, como podría ser una

mano.

- Pérdida total o parcial de un sentido. Por ejemplo, si como consecuencia de un

golpe la víctima pierde el oído.

- Impotencia y esterilidad.

- Una grave deformidad.

- Una enfermedad grave de tipo psíquico o somático.

- Mutilación genital femenina.

El delito imprudente de lesiones

En todos estos casos que hemos visto hasta el momento tienen en común que el

agresor actúa con intención, por tanto, es consciente de que sus acciones pueden

causar un daño y, aun así, no las interrumpe a ellas.

El Código Penal también tipifica un tipo imprudente del delito de lesiones. Que se da

en aquellos casos cuando el autor del daño no tenía intención de causarlo.

Para que haya condena, debe haber una imprudencia grave o menos grave, en las que

se omiten en mayor o menor medida las normas elementales de cuidado.

Imagina que estás entrando a la oficina y cierras la puerta detrás de ti. No te has dado

cuenta, y justo detrás llegaba una compañera que ha puesto su mano en el marco de la

puerta y ha sufrido daño en sus dedos porque le has pillado la mano. Aquí solo hay una

imprudencia leve, por lo que no hay delito, esta conducta no es punible.

¿Cuál es el castigo por delito de lesiones?

Para el tipo básico se fija una pena de prisión de tres meses a tres años, o bien multa

de seis a 12 meses. Se impone una u otra teniendo en cuenta el calibre del daño

causado a la víctima.

En los supuestos de delito leve de lesiones, la pena es una multa de uno a tres meses si

hay daño físico, y de uno a dos meses si no hay daño.

Para los tipos agravados por el uso de armas o elementos peligrosos, si hay

ensañamiento o cuando la víctima está en una situación vulnerable, el premio

es prisión de dos a cinco años.

Para las situaciones en las que se provoca un daño grave y permanente, el delito de

lesiones se sanciona con una pena de prisión de seis a 12 años. De tres a seis años si

se produce la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro que no sea principal.

Para el supuesto concreto de la ablación se prevé una pena de prisión de seis a 12

años, y se puede llegar a retirar la custodia, la patria potestad o la tutela, por tiempo

de cuatro a 10 años, si la víctima es una menor o una persona con discapacidad que

necesite de una especial protección.

En los supuestos de imprudencia la pena depende de la gravedad de la imprudencia,

pero el tiempo de prisión no supera en ningún caso de los cuatro años. Para los daños

menos graves se aplica una pena de multa.

Si has resultado perjudicado en un delito de lesiones y no sabes como seguir, pide consulta con un abogado.