Para poder saber lo que hacer cuando se nos presentan estas situaciones, primero debemos entender qué es un juicio rápido, en qué casos puede darse este tipo de juicios y qué fases o pasos tienen. Eso es lo que te vamos a explicar en este artículo.
¿Qué es un juicio rápido?
Un juicio rápido es un proceso penal, que tiene como objetivo agilizar el procedimiento, haciéndolo de manera más rápida y sencilla. Por lo que suelen durar un día o señalarse en menos de un mes.
Lo cierto es que para juicios rápidos se suelen celebrar cuando es por las siguientes razones:
Juicio de lo penal por delitos leves, estos son los casos más comunes en los que se suele utilizar este tipo de procedimiento. Cabe destacar que, si se tratara de un delito superior al leve (como son los delitos menos graves o graves), es obligatorio ir con un abogado.
Dentro de los procedimientos civiles existe uno que es rápido que se llama monitorio, que se refiere a reclamación de deudas con algunos requisitos concretos.
Ahora bien, si decides ir sin ayuda de ningún experto, puede que, en el juicio al no comprender cuales son todos tus derechos, no puedas defenderlos y, por tanto, acabe siendo peor.
A continuación, explicaremos las fases que tiene un juicio rápido.
Un juicio rápido tiene las siguientes fases:
1. Fase de diligencias. La policía judicial detiene a la persona e informa de los hechos ocurridos, además de llevar al detenido ante un juzgado para celebrar el juicio rápido. En su defecto, se le entregará una citación para presentarse al juzgado en pocos días.
2. Fase de instrucción. Es cuando, de manera muy breve y rápida, se reúnen todas las pruebas y testigos necesarios para el juicio además de citar a la persona denunciada. Esto suele ser en muy poco tiempo, puede ser en cuestión de horas.
En esta fase, existe la posibilidad de llegar a una sentencia de conformidad, que se hace negociando con el fiscal. Es decir, el detenido puede admitir la culpa y la pena puede llegar a reducirse en un tercio, siendo beneficioso para alguien que no pueda aportar las suficientes pruebas de que no es culpable.
3. Fase de enjuiciamiento. En caso de que no se llegara a un acuerdo, se produce un juicio oral en el Juzgado de lo Penal para la sentencia, pudiendo ser reducida mediante un escrito de apelación.
Por otra parte, un juicio civil puede ser de tres tipos:
A. Juicio verbal. El cual se realiza cuando la cuantía implicada no supera los 6.000 € y todo lo relacionado con el juicio se recoge en el mismo día. Por tanto, es necesario saber actuar con rapidez y decisión en estas situaciones.
B. Juicio ordinario. La diferencia con el verbal, es que este se lleva a cabo cuando la cuantía implicada es superior a los 6.000 € y conlleva más tiempo. Un día se citarán a los implicados para presentar pruebas, mientras que, en otro día diferente, se presentarán los testigos y se dará la sentencia final del juez.
C. Juicio monitorio. Es un procedimiento rápido que si no recibe oposición por el demandado pasa directamente a ejecutarse lo que se venía pidiendo. Se aplica para la reclamación de deudas.
Como vemos, son procesos más cortos que otros pero que pueden ser bastante complejos. Es por esto que te animamos a que consideres la ayuda especializada de un abogado, ya que actuarás con más seguridad y tranquilidad.
Nuestra recomendación es que contactes con un abogado para que te guíe y te dé su valoración con el objetivo de conseguir los mejores resultados. Con Audacia Abogados, puedes tener la certeza de que contarás con un equipo experto y recibirás la atención que necesita. Pide ya tu cita.
Llama
